jueves, 20 de noviembre de 2008

Iglesia de Santa Marina

.
El fin de semana pasado hubo jornada de puertas abiertas en la Iglesia de Santa Marina (c/ San Luis). Las visitas eran guiadas y se iban analizando los pormenores de este magnífico edificio que tanto ha sufrido a lo largo de su Historia.
.
Fundada en el siglo XIII, durante el siglo siguiente fue reformada, o puede que reconstruida, tras un grave terremoto que asoló la ciudad. No se sabe a ciencia cierta qué partes son del XIII y qué partes posteriores al terremoto. Conforme fueron pasando los siglos, la iglesia se fue redecorando al gusto de las diferentes épocas. En la parroquia de Santa Marina vivían grandes personajes que fueron adornando el templo. Sin embargo, en el siglo XVIII comienzan los malos tiempos para Santa Marina, una de las hermandades que residía en el templo, tuvo que vender todo cuanto poseía en su capilla para poder sufragar los gastos de reparación del edificio, que prácticamente se venía abajo. Sucesivos incendios a finales del siglo XIX, en 1936, en la década de los sesenta y el último de 1981 dejaron el edificio en ruinas y con todo su interior devorado por las llamas. Poco se ha conservado que no pertenezca a la estructura primitiva del edificio. Altares, retablos, cuadros, esculturas y ajuares perecieron en los diferentes incendios que asolaron el edificio. Por contra, esto nos ha permitido conocer el edificio tal y como fue concebido, sin alteraciones ni decoraciones posteriores.
.
El exterior del edificio nos da una imagen robusta, casi de fortaleza. El templo se levantó en uno de los extremos de la ciudad, por lo que no es de extrañar que sus contrafuertes (que soportan las nervaduras de la cabecera) sean tan gruesos y las ventanas tan escuetas, a modo defensivo.
.

.
La fachada está decorada con gran cantidad de motivos que hacen referencia a la titular del templo. Las cuatro figuras que, bajo doseletes, enmarcan la puerta principal (de ojiva gótica), representan los diferentes mitos y leyendas que existían de Santa Marina, hasta cuatro historias diferentes sobre la misma santa que a lo largo de los siglos se fueron confundiendo. La imagen superior que corona la clave del arco es el Padre Eterno. Además, en la cornisa se representan leones, y en la línea de impostas se colocan diferentes motivos heráldicos, vegetales y relacionados con la historia de Santa Marina.
.

Junto a la fachada se levanta la torre de la iglesia, que a pesar de lo estipulado en el siglo pasado, nunca fue alminar de ninguna mezquita. La fábrica del edificio actual es completamente cristiana, si hubo en ese lugar o no un templo musulmán, se desconoce, pero el edificio actual es gótico-mudéjar en su totalidad.
.

El interior de la iglesia tiene planta basilical de tres naves con diferentes capillas adosadas en sus laterales. Las tres naves se cubren con techumbres de madera a dos aguas en la central y a una sola en las laterales. Los techos actuales son contemporáneos ya que los originales desaparecieron en los diferentes incendios del templo.

.
La cabecera del templo, siguiendo el gótico burgalés, se cubre con bóveda de nervadura que apoya en los contrafuertes que vimos en el exterior. Tras la pérdida de su retablo mayor, actualmente ocupa este lugar principal la imagen titular de la Hermandad de la Resurrección, propietaria del templo.
.

.
Entre las diferentes capillas de la iglesia, destaca por su exquisita decoración la Capilla de la Aurora, en la nave de la Epístola. En su día estuvo ricamente decorada pero todo lo que en ella había (retablos, rejas...) fueron vendidos en el siglo XVIII para poder pagar la restauración del templo. La cúpula, del siglo XV destaca por su complicada decoración y en su día estaría recubierta por azulejos.
.

.
La visita culminaba con la subida a la torre, desde la que se disfrutan unas vistas espectaculares:
.

3 comentarios:

Redacción dijo...

Wowww! Pedazo reportaje, no habia visto esta iglesia nunca pero la cúpula es una joya. Gracias por traernos este reportaje!!

Sergio Harillo dijo...

Me alegro de que te guste, no sabes lo bien que sienta que escriba alguien por fin en el blog, jajaja. Me anima a seguir haciendo reportajes :)

Un abrazo!!

Sevalber dijo...

Estupendo reportaje. Qué recuerdos... cuántas veces habré correteado por sus alrededores durante mi infancia...

Muchas gracias y un saludo.