miércoles, 5 de diciembre de 2012

Una Diana cazadora simbolizará el hermanamiento entre Sevilla y Nueva York

Diana, Philadelphia Art Museum. Imagen de la web del museo


Sevilla, capital comercial de magnitud intercontinental durante los siglos XVI y XVII se hermanará con la capital económica mundial en la actualidad, Nueva York. 

El Ayuntamiento pretende aprovechar este acto para atar lazos con la ciudad americana y para la próxima semana se ha organizado una misión comercial donde se buscará incentivar el turismo neoyorkino en nuestra ciudad. Ojalá a esta misión turística le siga una en la que se busquen empresas americanas dispuestas a invertir en Sevilla, que no nos vendría nada mal.


Diana, Philadelphia Art Museum. Imagen de la web del museo


El apartado cultural-artístico lo tenemos en el monumento que se pretende instalar en el Muelle de Nueva York (llamado así porque era de donde partían los barcos de la compañía Ibarra que cubrían el trayecto Sevilla-Nueva York), recientemente remodelado. Cuando empezaron las obras, allá por 2007, ya se habló de la instalación de una escultura que simbolizara la unión entre ambas capitales. No sé por qué, siempre entendí que se realizaría un monumento contemporáneo, una figura alegórica... pero la realidad será distinta. Según se ha podido saber esta semana, la escultura que simbolizará el hermanamiento entre Sevilla y Nueva York será una Diana Cazadora, una réplica de la diosa que se conserva en el Museo de Filadelfia y de la que existe una copia a menor escala en el Metropolitan de Nueva York. Esta escultura, realizada por Augustus Saint-Gaudens, coronó durante 35 años uno de los edificios más emblemáticos de Nueva York, el Madison Square Garden. En 1890, cuando se construyó el primitivo espacio escénico, se le adosó una réplica de la Giralda que alcanzaba los 200 metros de altura, y en su cúspide, en lugar de una escultura de la Fe victoriosa se colocó en 1893 a la diosa Diana. En 1925 el edificio fue derruido y lo único que se conserva es dicha escultura que recaló en el Museo de Filadelfia en 1932. 

La instalación de una escultura de Diana en el muelle de Nueva York me ha recordado parte de la historia de los cercanos Jardines del Cristina. Estos jardines, bastante recortados durante la Exposición Iberoamericana, llegaron a ser conocidos como Jardines de Apolo por la fuente que había en una de sus glorietas, que estaba decorada con una réplica de mármol del Apolo Belvedere. La fuente y la escultura de Apolo desaparecieron con el tiempo, pero ahora, por circunstancias de la vida, tendremos a su hermana melliza Diana, hija también de Zeus y Leto, en un espacio relativamente cercano.

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