miércoles, 29 de enero de 2014

La piqueta amenaza a Aníbal González


Cuando de niño vi la película de Disney 'El Jorobado de Notre Dame' me llamó especialmente la atención la escena en la que el terrible Juez Frollo asalta la Catedral en busca de la gitana Esmeralda y el protagonista masculino le dice al pueblo de París que "le han declarado la guerra a la mismísima Notre Dame". 

Esa escena me ha venido a la mente esta mañana al leer en El Correo la noticia de la venta del edificio del Cine Trajano, su conversión en viviendas y la desaparición del teatro que alberga en su interior "por su mal estado". Se conservan fachadas y patio, lo demás, se puede tirar.

Hace dos años, cuando el Ayuntamiento anunció su intención de modificar el Plan General de la ciudad para quitarle la protección a los teatros históricos, Cultura de Sevilla ya denunció que ese cambio podría conllevar la desaparición de todos estos edificios. Cuando se retiró el cartel de 'Sala X' este Blog volvió a advertir que ello podía conllevar movimientos en el antiguo cine. Y así ha sido. El pasado 27 de diciembre se aprobó la modificación del Plan y en menos de un mes la piqueta ya amenaza al antiguo teatro neomudéjar que Aníbal González construyera en los años veinte del siglo pasado.

Ni siquiera el gran arquitecto Aníbal González se libra de la especulación, incluso a él le han declarado la guerra. Ya son muchos los edificios suyos que han desaparecido o han sido mutilados en base a una conservación mal entendida que respeta fachadas y destruye todo lo que hay dentro.

Lo llevamos denunciando durante dos años y lo volvemos a hacer. Si el Ayuntamiento prosigue en su idea de no proteger estos edificios, irán desapareciendo al igual que desaparecieron los grandes cines como el Bécquer, el Regina, el Florida... El primero será el Trajano, pero le seguirán el Cervantes, el Llorens, el Imperial, el Apolo... quizás los únicos que se libren, de momento, sean el Álvarez Quintero (actual sede de Cajasol) y el Quintero (antiguo Cine Pathé) precisamente por seguir manteniendo su uso cultural hoy en día.

Tanto el Trajano como el Cervantes pueden acoger viviendas, fueron diseñados de ese modo, reservando la zona central para equipamiento cultural mientras que el resto del edificio acogía viviendas, el problema surge cuando la especulación y la avaricia persigue sacarle la máxima rentabilidad a un edificio histórico, desprendiéndolo de su carácter y de aquello para lo que fue creado a cambio de viviendas de lujo con zócalos de mármol y fuentes neobarrocas.

Nos lamentamos por la desaparición del Palacio de los Sánchez Dalp o del mítico Café París, pero dentro de varios años, los sevillanos se preguntarán cómo pudimos consentir que desaparecieran edificios como el Trajano. El Ayuntamiento con su política urbanística es cómplice de este atropello patrimonial y eso no lo arregla ninguna exposición de Velázquez.

Desde aquí mi más sincera repulsa por lo que se va a hacer con estos edificios. Espero que con el paso de los años al menos quede constancia de que esta voz denunció lo que está pasando mientras la ciudad miraba para otro lado.

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