sábado, 21 de febrero de 2015

El Bellas Artes da su primer paso hacia la modernización de su gestión



El Museo de Bellas Artes cuenta desde hace unos días con un comité de sabios que asesorará a la Institución sobre diferentes materias. Alfonso Pleguezuelo, Juan Luis Ravé Prieto, José Luis Romero Torres, Elena Pol Méndez, Salvador Moreno Peralta y Letizia Azcue Brea junto con la directora del Museo, Valme Muñoz, tienen entre sus manos conseguir que el Bellas Artes se adapte a las necesidades de un centro artístico del siglo XXI. La creación de esta Comisión de expertos es el primer paso para dotar al Museo de mayor autonomía y conseguir una proyección internacional que le permita obtener más ingresos y convertirse en un centro de referencia. El objetivo más inmediato es crear una Fundación donde tengan cabida las distintas administraciones (Estado, Junta y Ayuntamiento) además de empresas privadas interesadas en obtener beneficios fiscales a cambio de sostener económicamente el Museo. Esta fórmula, que ya funciona en otros centros como el Bellas Artes de Bilbao, lograría sacar a nuestro principal Museo del largo sueño en el que parece estar sumergido desde hace años, sin que se lleven a cabo las medidas urgentes de modernización que tanta falta le hacen.


Si bien la creación de esta Comisión, que opinará sobre cuestiones como la ampliación del centro o la compra de obras, es una gran noticia, el hecho de que se haya creado a apenas un mes de las elecciones autonómicas pone sobre la mesa distintas cuestiones. La primera es por qué no se creó esta Comisión recién estrenada la Legislatura, lo cual hubiera dado mayor margen de maniobra a una Institución que pierde visitantes de forma alarmante y que apenas tiene presupuesto para programar actividades. Con las elecciones a la vuelta de la esquina son muchas las dudas que se plantean sobre el futuro de esta Comisión que podría quedar en papel mojado si los resultados electorales colocan a una nueva cara al frente de la Consejería de Cultura. De haberse creado esta Comisión o incluso la propuesta Fundación hace tres años, el nuevo organigrama del Museo estaría mucho más asentado y se podrían presentar ya algunos resultados, pero con tan poco margen de acción la llegada de un nuevo consejero podría traer consigo nuevas ideas sobre el funcionamiento de las entidades que dependen de la Consejería de Cultura.

El cambio en el modelo de gestión del Museo de Bellas Artes es algo que habrá que afrontar antes o después, la cuestión es si lograremos construir un proyecto fuerte que haga de la pinacoteca un centro de referencia o si nos dejaremos llevar por la corriente y se maquillará lo que hay para que todo siga exactamente igual, condenando al Museo a seguir siendo un centro provincial con una tibia presencia en el panorama artístico internacional.

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