martes, 17 de febrero de 2015

#ToquemosMadera: calle Resolana 20 y 40

Edificio en calle Resolana, 20

La calle Resolana, al igual que el resto de la conocida como Ronda Histórica, es una amalgama de edificios de diferentes épocas. El derribo del cinturón de murallas de Sevilla dio paso a una reurbanización de lo que hasta ese momento habían sido arrabales y zonas industriales extramuros. Hoy, en #ToquemosMadera queremos centrarnos en dos edificios de este tramo de la Ronda. El primero, en el número 20, es un bello ejemplo de arquitectura regionalista, muy sencillo en su composición y que concentra gran parte de su decoración en los balcones y en la cornisa superior cuyo pretil está decorado con azulejos en tonos blancos y azules. Su estado es lamentable e incluso en su interior se observa que varias estancias han sucumbido al paso del tiempo y los techos se han venido abajo por lo que la lluvia sigue haciendo mella en la estructura de todo el edificio. Lleva así años por lo que es de suponer que cuando por fin se decidan a restaurarlo únicamente se conserve la fachada. Ojalá para cuando llegue ese momento no sea demasiado tarde.


Edificio en calle Resolana, 40

Si seguimos avanzando por la calle Resolana hacia la Barqueta dejamos a un lado un edificio de dos plantas, totalmente tapiado y abandonado que conserva azulejos en la cornisa superior y cuyo destino será, seguramente su derribo. Un poco más adelante, en el número 40 tenemos este otro sencillo edificio de finales del XIX o principios del XX que, aunque parece que sigue habitado, está completamente a la venta, o al menos eso ponía en el cartel que ahora aparece enrollado por el viento. Su fachada de ladrillo visto supone un cambio en el uso de este material que tendrá un gran desarrollo durante la época regionalista. Como hemos visto en otros ejemplos de edificios de la misma época, los paramentos exteriores se enfoscaban y pintaban, pero aquí ya hay una intención de dejar el ladrillo a la vista, una característica que se repetirá en multitud de edificios posteriores. Conserva el cierre metálico del balcón principal, en bastante malas condiciones, y las molduras que enmarcan los vanos, algunas de ellas en un avanzado estado de deterioro. Los bajos han sido muy transformados y apenas se atisba lo que en su momento, con toda probabilidad, sería el esquema de 3x3 del que ya hemos hablado con anterioridad en el Blog.

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