martes, 22 de marzo de 2016

El nuevo Teatro La Imperdible consigue licencia de obras

Parcela de la calle Torneo que ocupará el Teatro La Imperdible

No todas las licencias de obra concedidas por el Ayuntamiento iban a implicar un derribo. El pasado 16 de marzo se otorgaba, tras varios años de dudas, la licencia para que la compañía de teatro La Imperdible pueda construir un nuevo espacio escénico en la calle Torneo. El espacio elegido para la nueva infraestructura cultural se encuentra entre la pasarela de la Cartuja y la antigua estación del telecabina de la Expo. 


El proyecto se remonta al año 2010 cuando el Ayuntamiento acordaba ceder esta parcela a La Imperdible para la construcción del teatro. El cambio de Gobierno en 2011 y el proyecto para levantar en este mismo espacio un puente que comunicara con la Cartuja, hizo que desde el Consistorio se plantease una nueva parcela, más al norte, junto a la Torre del Cambio de Agujas. Una vez desechado el puente, el proyecto regresa a su primitiva parcela. El edificio planteado, de tres plantas de altura y sótano, no sólo serviría de sede a la compañía para albergar sus producciones, sino que funcionaría como espacio escénico abierto a todo tipo de espectáculos que, por las limitaciones del Lope de Vega, no encuentran acomodo en la ciudad. Se trataría por tanto de un espacio de mediano tamaño (unas 500 localidades) que dotaría de vida a una zona bastante degradada y abandonada.

Jardines construidos para la Expo abandonados junto al nuevo teatro

La construcción de este nuevo teatro añade un nuevo protagonista al tablero escénico de una ciudad que en los últimos meses ha visto cómo el Teatro Quintero cambiaba de manos, la Sala Joaquín Turina regresaba a manos municipales para dedicarse casi en exclusiva a la música y se derribaba la Sala Apolo. Con el traslado de La Imperdible a Torneo, su actual sede en la Plaza del Duque quedará nuevamente vacía, momento que podría aprovecharse para remodelar el pequeño teatro. Tal vez podría ponerse a disposición de las compañías y empresas que hasta el pasado mes de diciembre recalaban en el Quintero. 

Ahora La Imperdible tiene varios meses para empezar un proyecto que dependía de algunas ayudas y subvenciones que podrían haber expirado después de tantos años de espera. La construcción de esta nueva infraestructura cultural bien podría servir para que se recuperen los jardines aledaños de manera que esta zona vuelva a abrirse al río dejando atrás la imagen de degradación que muestra en la actualidad.

Más información en la web del Ayuntamiento de Sevilla (enlace)

2 comentarios:

Unknown dijo...

Lo siento de antemano por mi opinión, pero pienso que antes de construir nuevos espacios habría que conservar los que ya tenemos y no dejarlos perder. Es cierto que las nuevas construcciones suponen un avance y es muy bueno para la cuidad, pero la desaparición de otras en pos del progreso y las nuevas construcciones hacen que las ciudades pierdan su historia y encanto personal.

Al final siempre se reafirma que el mayor destructor del arte es el mismo.

Añado un último apunte como petición personal.
Sergio, ya que cada vez tienes más lectores y llegas a más gente, te pediría que dedicaras un post a las baldosas hidráulicas, su belleza y configuración y sobre todo a la necesidad de que se conserven y no se sigan excluyendo de inmuebles antiguos.
En Madrid hago lo que puedo para evitar que esto ocurra, pero no hay semana que no encuentre un contenedor de escombro lleno de dibujos y color que se retiran para dar paso a laminados y cerámicas baratas sin ningún valor.

Sergio Harillo dijo...

¡Hola! ¿Pues qué os puedo decir salvo que estoy completamente de acuerdo con lo que habéis escrito? Teniendo espacios escénicos infrautilizados, sin uso o directamente después de que se hayan derribado algunos como la Sala Apolo, no sé hasta qué punto es positivo que sigamos construyendo teatros. Yo también soy un firme defensor de la reutilización y el reciclaje antes que de la nueva obra. Entiendo que en este caso, llevan años sin una sede propia y que el tener un edificio que administras tú mismo es más cómodo porque no dependes de factores externos, pero no puedo olvidarme de otros casos como el teatro de Viento Sur, que al final se quedó a medias, o el de TNT, que tampoco pudo completarse tal y como estaba diseñado. En fin, es una aventura privada, pero al contar con ayudas públicas, en mi opinión sería más lógico emplear ese dinero en rehabilitar un edificio antiguo, que tenemos unos cuantos.

Sobre las baldosas hidráulicas, no sé si habéis leído el que le dediqué a los mosaicos Nolla. Que ahora recuerde, no hay ninguno específico de las baldosas hiudráulicas, pero he hablado en muchas ocasiones de este tipo de pavimento y de lo absurdo que es destruirlo para colocar un material más barato y malo. Lamentablemente en Sevilla no existe un concepto global de protección del patrimonio que incluya el edificio en su conjunto. Conservando la fachada ya mucha gente se da por satisfecha, aunque se destruya todo el interior. Una pena y una lucha que mantengo, pero que cada día me harta más, sinceramente.

Un saludo y gracias por vuestro comentario :)