miércoles, 14 de septiembre de 2016

¿Qué es un ecobarrio?

Imagen idílica de un 'ecobarrio' en Suecia



La propuesta del portavoz popular en el Ayuntamiento de Sevilla de destinar unos suelos públicos junto a la Ronda del Tamarguillo a la construcción de un ecobarrio me viene como anillo al dedo para tratar un tema del que quería hablaros desde hacía tiempo. ¿Qué es un ecobarrio? ¿Está Sevilla preparada para tener uno de estos barrios del futuro?

Lo primero que hay que conocer es que no existe una definición 'oficial' de qué es un ecobarrio, aunque sí que está por todos aceptado que su principal objetivo es utilizar el urbanismo de manera más sostenible para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. El término 'eco' asociado al Urbanismo no es algo nuevo, de hecho desde hace veinte años se están tomando medidas en este sentido en diferentes partes del mundo. En España, sin embargo, el hacer de nuestro lugar de residencia un espacio sustentable es, aún hoy, algo que suena a ciencia ficción, e incluso la etiqueta verde ha sido utilizada gratuitamente por las promotoras e inmobiliarias para vender un lujo que en realidad no tiene nada que ver con lo sostenible. Para que nos entendamos, una urbanización aislada en el área metropolitana de una gran ciudad a la que únicamente se accede en vehículo privado porque no llega el transporte público y cuyos habitantes dependen del coche hasta para comprar el pan, no tiene nada de 'eco' aunque cada chalet cuente con piscina y 'altas calidades'.


Hammarby Sjöstad, en Estocolmo. Imagen de EcosistemaUrbano


En realidad el concepto de 'ecobarrio' no deja de ser un término contemporáneo a algo que ha existido desde que el hombre habita en casas (y si me apuráis, no hay nada más eco que vivir en una cueva). El urbanismo islámico de calles estrechas y ventanas pequeñas en las fachadas para evitar el calor, es un concepto 'eco', del mismo modo que lo es pintar las casas de blanco o construir tejados inclinados con buhardillas para mantener la casa más fresca gracias a esa bolsa de aire que evita que el sol caiga directamente sobre el techo de la vivienda. Lo contrario a un concepto sostenible, por ejemplo, es poner una azotea en una ciudad como Sevilla donde el calor recalienta de manera excesiva el techo de los edificios y por consiguiente obliga al uso de aparatos de aire acondicionado.

Nuria Díaz Mínguez y Zaida Villaver Quirce nos proporcionan una definición de ecobarrio de lo más válida: "un ecobarrio es un barrio urbano concebido para minimizar su impacto en el Medio Ambiente contemplando una autonomía energética, e intentando disminuir su huella ecológica y/o devolver la deuda ecológica, con el fin de mejorar su calidad de vida y lograr de esta manera alcanzar el bienestar humano en armonía con el Medio Ambiente. Este nuevo paradigma comprende desde dónde y cómo está construida nuestra casa hasta los hábitos de vida de las personas que viven en un ecobarrio".

Con esta sencilla definición podemos sacar varias conclusiones sobre las características que debe cumplir un ecobarrio. Para empezar, es un espacio urbano concebido para minimizar su impacto en el Medio Ambiente. Esto implica que un ecobarrio en Alemania tendrá similitudes con un ecobarrio en Andalucía, pero también diferencias, al enfrentarse a climas y necesidades completamente diferentes. Por otro lado resulta muy interesante analizar el componente educativo de un ecobarrio ya que para que su implantación sea un éxito deberá contar con el apoyo decidido de sus habitantes. Por último, un ecobarrio no tiene por qué implicar un desarrollo urbanístico nuevo, sus bondades se pueden aplicar a zonas ya construidas. De hecho, como ciudad, es mucho más sostenible, práctico y económicamente ventajoso llevar a cabo medidas 'eco' en todo el territorio ya construido que plantear un espacio ex professo que funcione de manera independiente al resto de la ciudad. La construcción de un ecobarrio nuevo puede servir como laboratorio de ideas para aplicarlas luego al resto de la ciudad, pero nunca debería convertirse en un hecho aislado del que presumir. Si se cae en ese error, lo más probable es que el ecobarrio termine convirtiéndose en un gueto que irá perdiendo paulatinamente sus bondades para pasar a ser un barrio más.

Techos verdes en Toronto. Imagen de EcoInteligencia


Toda actividad y desarrollo urbano conlleva un estrés para la Naturaleza. El objetivo por tanto será "interaccionar con el medio de manera sostenible" (Díaz Mínguez y Villaver Quirce) buscando un mayor ahorro energético y gestionando de manera eficaz los residuos generados. ¿Cómo se consigue esto? Pues hay tantas posibilidades como ideas disponibles en la mente, desde el uso de azoteas verdes para mitigar el efecto del sol en los edificios hasta la creación de granjas urbanas para abastecer al barrio. El principal objetivo es acercarse lo máximo posible al equilibrio medioambiental. El uso de materiales adecuados, que los edificios estén bien aislados del frío y del calor, la movilidad sostenible, el reaprovechamiento de las aguas grises, el reciclaje, el uso de energías renovables... son sólo algunas de las posibilidades que ofrece la construcción sostenible.

Lo expuesto aquí son breves pinceladas de lo que significa un ecobarrio. En la práctica, el objetivo de cualquier ciudad debería ser tender hacia una mayor sostenibilidad cambiando los modos de vida excesivamente dañinos con el Medio Ambiente. Leía esta mañana en prensa a raíz de la celebración de la Semana de la Movilidad que el Ayuntamiento no se plantea nuevas peatonalizaciones si no van en beneficio del comercio. Creo que supeditar la calidad de vida de una ciudad a un grupo determinado en un grave error. Por supuesto que hay que tener en cuenta el comercio, pero ¿por qué se supedita una peatonalización, con las ventajas que conlleva, al interés comercial mientras que se apuesta por gigantescos centros comerciales que lo único que hacen es destruir el comercio tradicional? ¿Tiene sentido vender la idea de que el comercio sólo puede sobrevivir gracias al uso del vehículo privado? Resulta curioso que una peatonalización se vea como algo negativo por una parte de la población mientras que la puesta en marcha de 200.000 metros cuadrados de centros comerciales en los próximos años en una ciudad ya saturada de ellos como es Sevilla se venda como una oportunidad para el empleo. Peatonalizar una calle no es una medida que deba tomarse a la ligera, claro está, hay que garantizar la accesibilidad, pero sin duda la calidad de vida de sus habitantes siempre será superior a la de una calle por donde pasan centenares de vehículos al día.

Malmö, en Suecia, ha apostado por las nuevas tecnologías y el desarrollo sostenible como bandera de futuro


¿Está Sevilla preparada para acoger un ecobarrio? La respuesta es no, y por una sencilla razón. Durante años se nos ha vendido como positivo un modelo de desarrollo que se apoya en los combustibles fósiles y que fomenta el individualismo, dos aspectos que chocan frontalmente con lo que supone un ecobarrio. Por otro lado, las medidas aprobadas por el actual Gobierno en funciones han ido siempre en contra de la sostenibilidad. En una ciudad como Sevilla donde el sol reina durante gran parte del año, todos los edificios deberían ser autosuficientes gracias a la energía solar, sin embargo el actual Gobierno del Partido Popular aprobó el conocido como 'impuesto al sol' que castiga el autoconsumo para favorecer a las empresas eléctricas. 

Queda muy bien en prensa plantear la construcción de un ecobarrio en Sevilla, pero hay un camino previo para conseguir que un proyecto así funcione, y quizás lo primero que debería pedir el portavoz del Ayuntamiento de Sevilla es que desde el Gobierno se empiecen a tomar medidas a favor de otro modo de vida más sostenible donde las energías limpias sean el motor de nuestro desarrollo.





>> Lectura recomendada en el Blog: 

- ¿Es Sevilla una ciudad sostenible? (enlace)
- Un nuevo modelo de ciudad (enlace)
- ¿Es posible diseñar una ciudad peatonal? (enlace)
- Los techos verdes como apuesta por un futuro sostenible (enlace)

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