miércoles, 21 de septiembre de 2016

Sagrario de San Lorenzo, una joya por descubrir



La dilatada historia de la Parroquia de San Lorenzo la ha provisto de una calidad artística espectacular. Las sucesivas reformas que se han llevado a cabo en el templo desde su fundación en el siglo XIV han hecho desaparecer en gran parte su fisonomía mudéjar pero a cambio nos han legado una sucesión de estilos artísticos que tienen su máximo apogeo en el Sagrario, ubicado en la cabecera de la nave de la Epístola.




El Sagrario de la Parroquia de San Lorenzo es una de esas joyas ocultas bajo capas y capas de suciedad. Su riquísimo programa iconográfico fue plasmado en los muros por Francisco Pérez Pineda, Domingo Martínez y Gregorio Espinal en el siglo XVIII. El inicio de la construcción de la capilla se data, según recoge Manuel Jesús Roldán en su libro 'Iglesias de Sevilla', a partir de 1699 y de las obras se encargó el maestro Félix Romero.





Roldán define en su libro este espacio como "una iglesia dentro de la iglesia" ya que el pequeño espacio está concebido a semejanza de un pequeño templo con planta de cruz latina y cuatro potentes columnas de mármol rojo en el crucero que sostienen la cúpula central. La decoración, completamente pictórica a excepción del retablo mayor y los dos ángeles lampareros, gira en torno a la Eucaristía, con dos escenas principales en las paredes laterales: 'La última Cena' (que bebe de la célebre pintura de Leonardo da Vinci) y 'Las bodas de Caná'.




El retablo mayor, obra de 1703, es obra de Pedro Ruiz de Paniagua, con una Inmaculada de estética Rococó en la hornacina principal. Más tardíos son los ángeles lampareros, de 1733 y salidos de la gubia de Benito Hita del Castillo.




La espectacularidad de este espacio, sin duda uno de los más bellos del setecientos sevillano, está completamente deslucido por el paso del tiempo, la suciedad, las humedades y actuaciones nada adecuadas que han dejado grandes agujeros en las paredes, quizás para instalar ventiladores o altavoces. Urge una restauración de esta capilla que le devuelva su maravilloso colorido. El antes y el después de este pequeño espacio puede resultar abrumador y debería sumarse lo antes posible a las últimas recuperaciones pictóricas que se están llevando a cabo en Sevilla (Santa María la Blanca, Vera Cruz, San Antonio Abad, San Luis...). Esta deliciosa capilla es un ejemplo más de la explosión de color que inundó los muros de los edificios sevillanos y que el tiempo ha ido borrando, dejándonos una imagen de muros encalados que en muchas ocasiones cubre auténticas maravillas. Tras la restauración del retablo mayor, la capilla Mayor y la capilla de la Virgen de Rocamador en esta misma parroquia, ojalá le llegue pronto el turno al Sagrario.




Documentación: 'Iglesias de Sevilla', de Manuel Jesús Roldán

5 comentarios:

Unknown dijo...

La verdad es que sería una maravilla verlo restaurado.

En cuanto a la "restauración" de las pinturas murales del presbiterio, me parece una actuación totalmente desacertada ya que por lo que se ve, han pintado encima de las pinturas murales de los laterales. En fin.. seguimos destruyendo nuestro patrimonio..

Un saludo.

Sergio Harillo dijo...

Lamento decirte que no es que hayan pintado encima de las pinturas que había, es que han sido eliminadas. Por lo que he podido saber "estaban en muy malas condiciones" y como eran relativamente "modernas" (de finales del XIX) se ha optado por eliminarlas para poder sanear el muro. Personalmente estoy completamente en contra de una actuación de este tipo ya que ahora las pinturas han quedado descontextualizadas y las eliminadas sí tenían su valor (al menos yo se lo doy). Pero en fin.

¡Saludos!

Unknown dijo...

Bueno.. eso de que estaban en muy malas condiciones me suena a cuento chino, siempre se puede recuperar algo. Lo que pasa es que han ido a lo fácil y las han eliminado, aunque ya te digo que viendo como se trata a veces el patrimonio en Sevilla, no me extrañaría que hayan pintado encima, ya que es más fácil todavía...

Cuando se vaya a hacer una actuación de este tipo deberían informar a los sevillanos, ya que el patrimonio es de todos y quizás así evitaríamos algunos atentados patrimoniales.

Sergio Harillo dijo...

Entiendo que esta obra, al igual que todas las que se acometen en edificios protegidos, ha pasado sus cauces por la Comisión de Patrimonio y ésta habrá dado el visto bueno.

¡Un saludo!

Unknown dijo...

A estas alturas, después de ver las barbaridades que se han cometido en los últimos años, no habría que echarle cuenta a la Comisión de Anti-patrimonio que tenemos. Muchas veces sus criterios no hay por donde cogerlos.

Estamos a merced de las decisiones arbitrarias de unos incompetentes y lo peor es que no tiene pinta de que vaya a cambiar. Ojalá tengamos algún día una comisión formada por expertos de verdad, que tengan sensibilidad y que se preocupen realmente por nuestro patrimonio.

Desde luego esto en Italia no pasa.

Un saludo.