miércoles, 13 de septiembre de 2017

Ofensiva municipal para salvar el patrimonio de Nervión

Edificio regionalista en calle Cristo de la Sed que ha hecho saltar todas las alarmas


Once años ha tardado el Ayuntamiento en plantear una solución para subsanar un error que ha permitido la pérdida de innumerables edificios regionalistas en Nervión. El Plan General de 1987 protegía el caserío histórico de este barrio al entender que formaba parte del patrimonio de la ciudad, algo que cambió tras la aprobación del Plan de 2006 en el que se dejó todo este sector fuera de los catálogos de protección. Nunca se explicaron los motivos de este cambio, pero sólo la crisis económica que hemos padecido ha evitado que más edificios hayan sido derruidos para construir bloques de viviendas. A día de hoy se calcula que Nervión ha perdido el 50% de su caserío regionalista.


El Ayuntamiento ha decidido tomar cartas en el asunto y, aunque tarde, parece que por fin se va a plantear un estudio que salvaguarde aquellos edificios que dan personalidad al barrio de Nervión. El delegado de Urbanismo ha anunciado esta mañana que en el próximo consejo de la Gerencia de Urbanismo se van a presentar una serie de medidas para proteger el patrimonio en esta zona de la ciudad.

La primera medida que se va a proponer es incluir los cuatro edificios municipales de esta zona en el Catálogo Periférico de la ciudad. Estos edificios quedarán blindados para evitar su desaparición o transformación. La segunda medida prevé realizar un estudio urbanístico "calle a calle, edificio a edificio" para conocer a la perfección el patrimonio conservado y plantear qué edificios se pueden proponer para formar parte de ese catálogo periférico. La zona en la que se va a actuar incluye el sector comprendido entre Eduardo Dato y Luis Montoto pero la intención es que si durante el estudio surgen casos de edificios ubicados en las cercanías que reúnan los requisitos para ser protegidos se puedan incluir también.

La tercera medida es sin duda la más efectiva a corto plazo. El Ayuntamiento planteará una suspensión cautelar de todas las licencias de obra en esta zona hasta que esté realizado el estudio. Esta suspensión afectará de manera inminente a una decena de edificios que ya han solicitado licencia de obras. Para evitar la paralización del sector inmobiliario en la zona se estudiará cada caso de manera puntual para permitir obras que no lleven aparejadas la destrucción de ningún elemento patrimonial. El problema de este tipo de excepciones es que muchas veces se presenta licencia de obra para algo concreto y al final se termina yendo mucho más lejos por lo que para cuando el Ayuntamiento tiene conciencia de lo realizado ya es demasiado tarde. Sin duda estas medidas deberían ir acompañadas de un aumento de medios tanto técnicos como humanos para llevar a cabo un control exhaustivo de toda obra que se realice no sólo en Nervión, sino en cualquier edificio patrimonial.

El delegado de Urbanismo ha querido culminar su intervención con unas palabras de Aníbal González, que fue el encargado de planificar parte del barrio de Nervión a principios del siglo XX: "cada familia, una casa y cada casa, un jardín". Un concepto que lamentablemente se ha ido perdiendo con el paso de los años, pero que aún se puede rastrear en la configuración del Nervión histórico. Con estas medidas el Ayuntamiento pone un pie en pared para evitar que se siga destruyendo patrimonio en esta zona de la ciudad en la que el inminente derribo del edificio de Cristo de la Sed 35 hizo saltar todas las alarmas. Mucho se ha perdido en estos años, no dejemos que se siga destruyendo la personalidad y la historia de la ciudad.



>> Lectura recomendada: 'De paseo por Nervión'

2 comentarios:

Gretka dijo...

¡Qué alegría de noticia! Por fin despiertan las conciencias pertinentes, esperemos que de verdad.

Gabriel M. dijo...

Hay chalés regionalistas de Nervión que me encantan -como la sede del distrito- y otros que confieso no tanto -como éste último de la polémica. Lo que me preocupa es que un exceso de celo pueda llevar a cosas como las ocurridas en Málaga, en cuyo casco antiguo los propietarios de edificios protegidos simplemente dejan que lleguen a un estado de ruina para poder demolerlos. El típico choque entre patrimonio y mercado...