lunes, 29 de enero de 2018

Un brillante Renacimiento asoma en los muros de la Catedral tras la restauración




Pasear estos días por la Plaza del Triunfo tiene un nuevo aliciente. Entre turista y turista, parte de la fachada renacentista de la Catedral luce espectacular tras su restauración. Hace unos días comenzaba la limpieza de la fachada exterior de la Capilla Real cuyo color rojizo se debe a los materiales empleados en una de las intervenciones del siglo XX, por lo que tras la actuación podría recuperar el tono dorado que tienen el resto de las fachadas renacentistas recién restauradas.





La nómina de maestros de obra y arquitectos que han trabajado en la Catedral es larga, pero si nos centramos en la etapa renacentista, podemos hablar de Diego de Riaño, Martín de Gaínza, Hernán Ruíz II, Juan de Maeda o su hijo, Asensio de Maeda, como los más destacados. Todos ellos intervinieron en la zona que se está restaurando ahora en torno a los años centrales del siglo XVI. Se trata por tanto de una de las fachadas más antiguas del templo.





La restauración ha devuelto a los muros de las plazas del Triunfo y Virgen de los Reyes una luz espectacular. La intervención ha consistido en la limpieza de paramentos y detalles decorativos, así como en la reposición de aquellos pináculos que habían sido retirados para evitar desprendimientos. El criterio seguido no ha reconstruido los elementos ornamentales desaparecidos por lo que ahora es fácil leer en los muros las huellas del paso del tiempo.





Esta intervención se suma a la reciente restauración de la Puerta de San Cristóbal, la de la Concepción y la cara oeste de la Giralda, donde en estos días se está procediendo a retirar los andamios.


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