lunes, 5 de marzo de 2018

La ampliación del tranvía prevé la eliminación de más de un centenar de árboles

Mediana de la avenida San Francisco Javier por donde se instalará el tranvía previa eliminación del arbolado


El pasado 1 de marzo el alcalde presentaba las conclusiones del estudio realizado para proceder a la ampliación del tranvía desde San Bernardo hasta Santa Justa. El proyecto planteado apuesta por llevar los convoyes por las avenidas San Francisco Javier, Luis de Morales y Kansas City hasta la estación de trenes. Otras alternativas posibles, como la Buhaira, se han descartado por ser zonas con menor densidad poblacional y en las que el tendido eléctrico podría entrar en conflicto con la declaración como Bien de Interés Cultural de los jardines y restos arqueológicos de la Buhaira.

Una vez presentado el proyecto se plantean varias incógnitas que conviene analizar. El proyecto ha sido bautizado como sostenible por la reducción de las emisiones de CO2 que conllevará y necesario para acercar la principal estación de la ciudad al centro de la ciudad. El problema surge cuando nos vamos a la letra pequeña del proyecto. El itinerario escogido hará necesario talar un centenar de árboles y palmeras existentes en la mediana de ambas avenidas para ubicar en su lugar el tranvía. En palabras del alcalde estos árboles "se sustituirán" por otros. "Sustituir", curioso eufemismo cuando hablamos de seres vivos. Los árboles no son farolas, no se "sustituyen" sino que se talan, mueren. Estos cien ejemplares están condenados, pero el drama ecológico va más allá al estar en riesgo los 280 árboles del trazado habida cuenta de la nueva configuración que se pretende hacer a lo largo del recorrido del tranvía.




Otro punto interesante es que el proyecto contempla un paso subterráneo para que el tranvía pueda pasar de Ramón y Cajal a San Franscico Javier. Con esta infraestructura, que costará 12 millones de euros, se evita entorpecer el tráfico en un punto muy conflictivo. El transporte sostenible se entierra para que no moleste al tráfico privado. 

¿Es necesaria esta ampliación tal y como está planteada? Según el Ayuntamiento la infraestructura posibilitará acercar la estación de Santa Justa al centro histórico. Lo llamativo es que ese "acercamiento" se produce con un rodeo de unos 20 minutos cuando se podría hacer de forma mucho más corta a través de José Laguillo con una lanzadera de autobús que llegara a Ponce de León. Además, la línea 2 del Metro prevé conectar Santa Justa con el centro histórico por lo que la ampliación del tranvía sería un "parche" temporal de 50 millones de euros. Quizá sería más lógico destinar ese dinero al Metro. La unión entre San Bernardo y Santa Justa, por otro lado, ya está garantizada con el ramal de Cercanías que pasa por debajo de la avenida de la Buhaira y que conecta ambos puntos en apenas tres minutos. Tal vez podríamos plantear la intermodalidad entre autobús, metro, tranvía y Cercanías. Desde luego sería más barato y ahorraría obras.

Por último, si realmente apostamos por la ampliación del tranvía se podrían haber planteado otras alternativas. En su momento ya planteé alargarlo hacia la Avenida de Hytasa, pero si la opción más rentable es la de Santa Justa y existen estudios que aconsejen este trazado, ¿por qué tiene que ser a costa de los árboles? Fijaos, este es el proyecto planteado por el Ayuntamiento:


Imagen del Ayuntamiento de Sevilla


Al margen de la tala de árboles, personalmente me resulta desconcertante que de los 51 metros existentes de fachada a fachada, el espacio para acerados apenas llegue a los 10 metros. No se pierde un solo carril de tráfico.

Frente a esta propuesta tan sostenible, en el Blog TranviaVerdeSevilla plantean varias opciones mucho más sensatas. O bien con doble vía por la mediana pero respetando los árboles:


Imagen del Blog TranvíaVerdeSevilla


O utilizando los viales de servicio existentes en ambos lados para ubicar el tranvía en ese espacio:


Imagen del Blog TranvíaVerdeSevilla


Ambas propuestas conllevarían la reducción del espacio destinado al tráfico, pero es que a eso debe tender un transporte colectivo y sostenible. De lo contrario, si vas a mantener el tráfico tal cual, quizá no deberías plantear la amplación del tranvía y esperar a la construcción del Metro, que como va soterrado, no entorpece al tráfico en superficie. Desde luego, el proyecto planteado no sólo es el más agresivo con el Medio Ambiente sino que no casa en absoluto con los objetivos que debería tener una ciudad que aspira a ser elegida Capital Verde Europea.

Lamentablemente, la ampliación del tranvía nace con los mismos errores que las dos fases anteriores. La construcción del tranvía por la avenida de la Constitución supuso la eliminación de todo el arbolado de esta vía. Su ampliación a Viapol dejó una zona desértica en la que pasan los años sin que nadie plantee un ajardinamiento. Y ahora, la tercera fase se va a llevar por delante un número indeterminado de árboles que supera el centenar. Frente a este modelo de tranvía, sin duda prefiero este otro, calle Wellington, Barcelona:


Árboles y tranvía son perfectamente compatibles. Fuente


Por favor, dejemos ya este urbanismo insostenible que crece a costa del Medio Ambiente incluso cuando se nos vende como un proyecto sostenible y respetuoso. Hagamos las cosas de otro modo.

>> El Blog TranvíaVerdeSevilla ha iniciado una campaña de recogida de firmas en Change.org en contra de la tala. Si quieres participar, aquí tienes el enlace

>> Estudio realizado en Cultura de Sevilla sobre el arbolado perjudicado por el itinerario del tranvía (enlace)

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